Combatir el COVID-19 cuando el FTD provoca resistencia al lavado de manos

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Socios en el cuidado de FTD, Primavera 2020
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Mientras el país continúa lidiando con la pandemia de COVID-19, el lavado de manos y la higiene son más importantes que nunca. Pero cuando las personas con FTD exhiben comportamientos resistentes, garantizar medidas de higiene adecuadas puede convertirse en un desafío para los cuidadores. Para garantizar la seguridad en el hogar tanto para las personas diagnosticadas como para sus cuidadores, es importante emplear estrategias efectivas de comportamiento y comunicación para ayudar a combatir las dificultades creadas por esta situación estresante e incierta.

La resistencia a una buena higiene no es un acto deliberado de desafío o negligencia por parte de personas diagnosticadas con FTD. Es el resultado de los cambios cognitivos y conductuales causados por la enfermedad. Las actividades que pueden parecer una segunda naturaleza (lavarse las manos, por ejemplo) pueden representar una gran dificultad para alguien con FTD, quien tal vez no pueda secuenciar acciones sin esfuerzo y concentración, e incluso puede sentir la sensación del agua y el jabón de manera diferente debido a cambios en su cerebro.

En tales casos, desarrollar una rutina de higiene simple y sostenible es clave para manejar las alteraciones causadas por el entorno actual. Si la persona diagnosticada se resiste a la higiene y al lavado de manos, los cuidadores pueden incitarlos a lavarse las manos y realizar otras conductas de higiene haciendo una tarjeta con dos o tres pasos fáciles de seguir. Por ejemplo, una guía sencilla para el lavado de manos podría decir: Dejar correr agua tibia, aplicar jabón, lavar durante 20 segundos. Estos comportamientos se pueden reforzar aún más mediante la creación de un horario diario, que agregará estructura a lo que puede parecer un entorno inusual y perturbador.

Además, es importante garantizar que la comunicación en torno a las conductas de higiene sea directa, pero no conflictiva, ya que la ira y la hostilidad pueden intensificar aún más las conductas de resistencia en la persona diagnosticada. Es mejor utilizar instrucciones sencillas y ser directo al transmitir las instrucciones. Es importante mantener la calma y tener paciencia. Hable con voz clara, tranquila, tranquilizadora y positiva, y evite decir “no”.

Garantizar una higiene adecuada puede requerir creatividad y flexibilidad, ya que las metas cambian con frecuencia en FTD. Si un enfoque no parece funcionar, puede ser beneficioso probar una táctica diferente y/o establecer nuevos objetivos de atención. Por ejemplo, si los 20 segundos recomendados de lavado de manos con agua y jabón resultan demasiado difíciles, intente usar toallitas antibacterianas para manos o un desinfectante para manos que contenga al menos alcohol 60%. Se pueden emplear métodos similares para adaptarse a otras rutinas de higiene.

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